jueves, 19 de enero de 2012

Traductores con “L”.

 

Después de mucho pensarlo he decidido hacerme un blog. No estoy segura de que con todos los que hay tenga algo nuevo que aportar pero bueno, nunca se sabe.

Como primera entrada me gustaría hablar de algo que puede parecer un poco tonto pero que yo me he planteado a menudo: ¿cuándo se llama uno mismo traductor?

Para explicaros mejor a qué me refiero voy a hablar, brevemente, de mi historial académico/profesional. Estudié traducción en Murcia en la promoción 2006-2010. Aquí es donde por primera vez me hago la que llamaremos la pregunta. Cuando conocía a alguien nuevo y decía que había terminado la carrera me preguntaban: ¿qué eres? Y yo pensaba: ¿tengo ya “derecho” a decir que soy traductora? Al menos podemos decir que tengo la “L traductológica” pero siguiendo ese paralelismo también tardé mucho en considerarme conductora (a veces aún dudo pero esa es otra historia que no viene al caso). l

Como comprenderéis aunque a veces me lo planteara tampoco era algo que me quitara el sueño. Total, que continúo con mi vida y en el curso 2010-2011 (es decir el año pasado) hice un máster en Valencia. Cuando conozco a gente ajena al máster volvemos a lo mismo. Ya tengo el título se supone que puedo decir que soy traductora, pero sigo formándome y trabajar, excepto un par de cosillas puntuales, no he trabajado.

Durante el máster cursé doble itinerario investigador y profesional, porque yo lo valgo, y las prácticas las hice en Subtitulam. Y la verdad sólo puedo decir cosas buenas de ellos.

Después llega el verano, envío CV a todas las agencias que se me ocurren de las que, por supuesto, no recibo noticia y me dedico a escribir mi trabajo de investigación. En septiembre, con la excusa de una duda con respecto a la memoria de prácticas, llamé a mi tutor de prácticas y le dejé caer que estaba disponible así sutilmente en plan si tienes cualquier cosa avísame, en serio, cualquier cosa (como veis en cuestión laboral soy una chica fácil). Hay que decir que la cosa funcionó y empecé a trabajar sincronizando en festivales y subtitulando en casa, pero esa es otra historia que ya contaré.

A estas alturas parece que ya está claro cuando me pregunten ya podré decir soy traductora, ¿verdad? Pues todavía se me hace extraño. Por si fuera poco encima si digo soy traductora me preguntan: ¿y en qué trabajas ahora? Y claro, ahí sí que la hemos liado porque ¿qué dices? Estoy parada, no, porque en realidad no me he dado de alta en el paro así que volvemos a estar en un limbo. Vamos que me han quitado la “L” pero aún no tengo dinero para comprarme el coche así que ya no sé en qué punto estoy.

En resumen, no sé si soy la única paranoica con este tema o la única que tiene tiempo para planteárselo. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Cuándo empezasteis a llamaros a vosotros mismos traductores? ¿Soy la única que se plantea estas cosas?

thinking-cap

8 comentarios:

  1. Antes que nada, ¡bienvenida! :) Yo tengo un poco la misma sensación de "pa qué un blog si ya hay otros mejores"... pero bueno xD Aportamos aunque sea nuestra ignorancia, aunque solo sea para servir de (mal) ejemplo.
    No eres la única que se plantea el "¿cuándo es uno traductor realmente?"; aunque, a diferencia de ti, yo aún no he podido quitarme la L traductoril de ninguna manera. Sinceramente, yo pienso que... que uno puede ser traductor incluso antes de terminar la carrera; creo que empieza en el momento en el que empiezas a verlo todo desde la perspectiva de la traducción (cuando lees libros, cuando vas al cine, cuando te presentan a alguien de otro país, etc.) Pienso que "traductor" no es ya solo lo que se estudia, sino lo que se es: casi una actitud :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo me pensé mucho lo del blog porque no estaba segura de aportar algo nuevo pero bueno nunca se sabe.
      Me gusta mucho tu opinión. De hecho, es muy probable que tengas razón y en ese caso seguro que somos traductoras con todas las de la ley de sobra.

      Eliminar
  2. Desde mi punto de vista, igual que un licenciado en Derecho no es abogado si no trabaja como tal, licenciado en Traducción no es sinónimo de traductor.
    Ánimo con el blog y con tus comienzos en el mundo profesional.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hombre, yo colaboré con Anagrama antes de terminar la carrera y he trabajado con Subtitulam durante 2 meses (es estacional) así que según tu criterio soy traductora lo que pasa es que aún no me hago a la idea ;)

      Eliminar
  3. Muy buena reflexión. Qué raro que no haya salido este tema nunca entre nosotras (qué romanticona he quedao :p) Ya dice que este blog daría de mucho juego ;) btw, I totally agree with Mar, y la actitud ya la tienes ;)

    ResponderEliminar
  4. Yo considero que uno se puede ver apto para un oficio en el momento que te defiendes en el y tienes la posibilidad de desempeñar una tarea por pequeña que sea, en tu caso esta demostrado de sobra que eres una traductora y que cirscustancialmente no tengas trabajo ahora, no quita lo que ya has trabajado que es algo tuyo que ahí quedara.

    ResponderEliminar
  5. ¡Bienvenida al mundo de los blogs!
    Yo también pensaba que mi blog no iba a aportar nada, pero siempre hay algo que decir y cosas que compartir, así que no te desanimes.
    Sobre este tema es muy dificil definir la línea, porque como tu bien dices, aunque no estás trabajando en ello al 100%, es lo que quieres hacer y ya tienes algo de experiencia. Por lo que yo diria con la cabeza bien alta que eres traductora.

    ResponderEliminar
  6. Bueno bueno, ¡bienvenida a la blogosfera, muajaja!

    Hija, acabas de tocar un tema chungo del que apenas se habla y que realmente es problemático. Mmm... mira, yo conocí una chica en el postgrado que había estudiado filología árabe, pero que en realidad se moría de vergüenza cuando tenía que poner eso en su CV para mandarlo a ningún sitio, porque no sentía que tuviera la soltura suficiente como para decir que ella "sabía árabe", con lo que ello implica en realidad. Pues es una sensación por el estilo.

    Lo único que tú ya has hecho cosas (Anagrama, Subtitulam y las cosillas que te han salido para cine), y poco a poco te irán saliendo más. Ahora bien, te recomiendo que mantengas una actitud de "sí, soy traductora", sobre todo de cara a conseguir clientes como autónoma. Si tú no tienes confianza en ti misma, ¿cómo vas a conseguir que tus clientes confíen en ti? Ya has hecho cositas pequeñas e incluso puedes pedir a aquellos con quienes has trabajado que te escriban alguna recomendación si han quedado satisfechos contigo. Así es como se empieza y por donde se empieza, así que... ¡quítate la L y empieza a pisarle al acelerador! :D

    P.D.: Soy Eva, que Blogspot no me deja publicar con mi cuenta de Wordpress... la mar de majo, hoyga.

    ResponderEliminar